“Mi hija no me cuenta nada. No sé cómo hacer para saber qué le pasa.”

Lic. Natalia Sladogna

Conversar con los hijos, especialmente si son adolescentes, puede ser todo un reto. Hay algo a lo que poner atención: una cosa es que mi hijo no me conteste y otra es que no hablemos.

No es lo mismo tener una conversación que iniciar un interrogatorio. A nadie le gusta responder cuestionarios, nos sentimos evaluados o incómodos. 

Algo que sugiero a muchos padres (y a parejas también) es que cambien la forma en que intentan iniciar los diálogos. Que pasen de hacer preguntas a “provocar conversaciones”.

Si yo me acerco a otra persona y le cuento algo, si le hablo respecto de lo que me gusta, de algo que pasó, de algún interés, o de un acontecimiento compartido, puede ser que la otra persona me escuche y puede ser que empiece a hablar, que de sus opiniones, que plantee sus diferencias o su experiencia, que cuente algo sobre sí. Y así, hablando de algo aparentemente sin importancia, sin presiones y casi sin darnos cuenta, se inicia una conversación.

Las preguntas del estilo: ¿Cómo estas?¿Estas feliz/trizte?¿qué quieres? ¿Qué te pasa?, pueden ser muy avasallantes para algunos niños y adolescentes (y adultos también). Especialmente si no están acostumbrados o no sienten la confianza necesaria para expresarse.

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Muchas veces es mejor hablar de cosas más “triviales” o que me impliquen menos, que no hablar para nada. 

Es desde este tipo de conversaciones que se va construyendo una relación de confianza que después permite que hablemos de cosas íntimas y que nos expresemos libremente.

Preguntarles a los hijos respecto de sus sentimientos, ideas, opiniones, deseos, es muy importante. Pero cuando ellos no pueden o no quieren responder es bueno tener en cuenta que lo más importante aún es hablar. Ya que hablando, de “lo que sea” voy a conocer a mi hijo, a construir una relación con él y a enterarme de lo que le pasa.

¡Así que a relajarse con los interrogatorios! Busquemos e iniciemos conversaciones de cosas que nos interesan, nos gustan. Hagamos actividades juntos, divertidas, de las cuales después podamos hablar.

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